La Plataforma en Solidaridad con los Inmigrantes de Málaga realizó el 7 de junio el Foro de las migraciones y asilo a través del proyecto “Un solo mundo, una sola humanidad en movimiento”.  En esta actividad pudimos aprender las lógicas legales y los cambios administrativos surgidos a través del foro, constatando su falta de humanidad y atentado contra los derechos más básicos de las personas migrantes. Patricia Fernández Vicens, “Patuca”, evidenció la imperiosa necesidad de organizar a la sociedad civil comprometida en “un pacto contra el pacto”. Que la solidaridad frene su legislación.
Desde ASPA hemos estado participando en la preparación y dinamización de esta actividad a través del proyecto “Construyendo comunidad: creación de espacios colectivos basados en la convivencia intercultural en las ciudades andaluzas con la inclusión y participación activa de jóvenes migrantes (fase II)” financiado por la AACID

DECALOGO

  1. Reconocemos que los nueve reglamentos y la directiva que conforman el actual pacto recortan los derechos humanos y atentan contra la dignidad de las personas migradas. Nos comprometemos a proteger y defender los derechos inalienables de todas las personas.
  2. Entendemos que los recortes de derechos afectan a toda la humanidad, no sólo afectan a “otros”, al final siempre se trata de “nosotros”. Abogamos por un reconocimiento global de que los derechos humanos son universales y deben ser respetados para todos.
  3.  Coincidimos en que el pacto actual es un error y reconocemos la urgencia de revertir sus efectos negativos en los próximos dos años. Nos comprometemos a trabajar activamente para cambiar esta normativa.
  4. Promovemos la creación de un «Pacto contra el Pacto» que respete y fortalezca los valores humanos y los derechos de las personas migradas, contrarrestando las disposiciones actuales.
  5. Nos solidarizamos con las personas migradas, reconocemos el sentimiento de no sentirse en casa y de sentirse cosificados que expresaron en la mesa redonda «¿Valemos 20.000 euros?». Apoyamos sus esfuerzos para movilizarse y luchar por sus derechos con la energía y la fuerza del Sur Global.
  6. Fomentamos la movilización de las personas migradas y de todas las fuerzas sociales para renovar energías y luchar por una Europa que retome su senda de valores humanos.
  7.  Instamos a Europa a retomar su compromiso con los valores humanos fundamentales, que este pacto traiciona. Promovemos una Europa basada en la solidaridad, la justicia y la dignidad humana.
  8. Rechazamos cualquier forma de deshumanización en las políticas migratorias. Las personas migrantes no son cifras ni estadísticas, sino seres humanos con derechos y dignidad que deben ser respetados. La llamada «solidaridad flexible» pone precio al desconocimiento de los Derechos Humanos lo cual deshumaniza a las personas y niega su valor intrínseco.
  9. Denunciamos la externalización de fronteras, que implica dar dinero para que se ejerza violencia en terceros países, enviar a los inmigrantes a estos en condiciones inhumanas y trata a las personas en territorio de la Unión Europea como si no hubieran entrado. Esta práctica es inaceptable y contraria a los derechos humanos.
  10. Aseguramos que todas las voces, especialmente las de las personas migradas, sean escuchadas y tenidas en cuenta en el diálogo y la creación de políticas migratorias. La participación inclusiva es esencial para una política justa y equitativa. Nos comprometemos a trabajar incansablemente para cambiar las políticas actuales y construir un futuro donde los derechos humanos y la dignidad de todas las personas sean la base de cualquier pacto o reglamento europeo