Asistimos a un endurecimiento de los discursos de odio hacia la población migrante, basados en la desinformación y el miedo, prejuicios y estereotipos que se intensifican en momentos de crisis y que desembocan en situaciones de discriminación y desigualdad.

Siguiendo la teoría del sociólogo J. Galtung, esta narrativa antimigratoria (violencia cultural) está en la base de todo tipo de agresiones (violencia directa) y de la vulneración de Derechos (violencia estructural) hacia las personas migrantes.

De ahí nuestro interés en trabajar la Educación Global e intercultural, apostando por el potencial transformador de los centros educativos en torno a la generación de ciudadanía y sociedades acogedoras, para la creación de espacios interculturales comunitarios en pro de una convivencia auténtica, inclusiva y pacífica en contextos locales, desde un enfoque de género y basado en los Derechos Humanos.